A menos que seamos uno de ellos, todos hemos padecido al menos un ejemplar: el quejoso consuetudinario, plomazo a más no poder, ni su familia lo banca y por eso recurre a Usted –en la cola del banco, la parada del colectivo, una sala de espera- y encuentra la excusa para lanzar su retahíla de lamentos, una catarata de plañideros reclamos de toda índole. Incluso es común ver a varios de ellos reunidos en una encarnizada competencia por demostrar quién es el más desdichado; el que sufre los achaques más molestos, o el trabajo más ingrato. La razón de tales sufrimientos JAMAS tiene algo que ver con ellos. Es el Destino, la herencia, un mal de ojo, el Presidente: eso, sí. Es sorprendente que disfruten tanto ese breve protagonismo tan lúgubre, en el papel de víctima de todo y de todos –tan cómodo por cierto- que los exime de cualquier esfuerzo por ir en busca de lo Bello que –aún- hay en el Mundo, del momento presente, escudándose de la Felicidad Posible, a toda costa, haciendo uso de todo lo que limite, inmovilice, adormezca, mate de a poco. Si tienen éxito, sus limitaciones se harán realidad y otros se harán cargo de sus vidas por completo. La otra opción, la más difícil, supone riesgo, supone esfuerzo; mirar al miedo de frente y pegarle un ladrido fuerte, y si hace falta, un mordisco. Y pasar del otro lado, donde la Vida debe ser vivida en todas sus facetas, como protagonista, con peripecias, aventuras y hasta efectos especiales. Y no sólo ESPERAR de la vida, sino DAR. Proveerse y Dar. Lo bueno también está ahí, hay que pagar el precio, pero también es un Regalo que hay que agradecer cada día. Por la Dra. Carmen Carpenter, titular de la cátedra de Psicobardos de la Universidad de Candonga. Autora de libros de autoayuda, de escasa repercusión, como "Disfrute de la vida, no sea salame" y "Cómo dejar de fumar adquiriendo otros vicios más pulenta".
martes, 30 de octubre de 2007
Estar mal es lo más fácil
A menos que seamos uno de ellos, todos hemos padecido al menos un ejemplar: el quejoso consuetudinario, plomazo a más no poder, ni su familia lo banca y por eso recurre a Usted –en la cola del banco, la parada del colectivo, una sala de espera- y encuentra la excusa para lanzar su retahíla de lamentos, una catarata de plañideros reclamos de toda índole. Incluso es común ver a varios de ellos reunidos en una encarnizada competencia por demostrar quién es el más desdichado; el que sufre los achaques más molestos, o el trabajo más ingrato. La razón de tales sufrimientos JAMAS tiene algo que ver con ellos. Es el Destino, la herencia, un mal de ojo, el Presidente: eso, sí. Es sorprendente que disfruten tanto ese breve protagonismo tan lúgubre, en el papel de víctima de todo y de todos –tan cómodo por cierto- que los exime de cualquier esfuerzo por ir en busca de lo Bello que –aún- hay en el Mundo, del momento presente, escudándose de la Felicidad Posible, a toda costa, haciendo uso de todo lo que limite, inmovilice, adormezca, mate de a poco. Si tienen éxito, sus limitaciones se harán realidad y otros se harán cargo de sus vidas por completo. La otra opción, la más difícil, supone riesgo, supone esfuerzo; mirar al miedo de frente y pegarle un ladrido fuerte, y si hace falta, un mordisco. Y pasar del otro lado, donde la Vida debe ser vivida en todas sus facetas, como protagonista, con peripecias, aventuras y hasta efectos especiales. Y no sólo ESPERAR de la vida, sino DAR. Proveerse y Dar. Lo bueno también está ahí, hay que pagar el precio, pero también es un Regalo que hay que agradecer cada día. Por la Dra. Carmen Carpenter, titular de la cátedra de Psicobardos de la Universidad de Candonga. Autora de libros de autoayuda, de escasa repercusión, como "Disfrute de la vida, no sea salame" y "Cómo dejar de fumar adquiriendo otros vicios más pulenta".
Sangrado por P.Anne&F a las 12:48 a. m.
Miedo
Ayer fue un día extraño. A escasos metros de distancia, contemplé tranquilamente cómo dos jóvenes que no superan la edad de 17 años robaban a mano armada una motocicleta a un hombre grandote, pero obnubilado por el tamaño comprometedor del cañón de semejante pistola. Sin superar la hora, me contacta alguien a quien pensaba contactar ese mismo día a la mañana acobardado por la casi nula periodicidad con que la contacto. Desde letras de tinta negra -igualmente valiosas a aquéllas de oro que unos ilusionados dedos dedicaron para su felizmente cercana pareja- una centenaria Úrsula, madre de los Buendía, me habla de tiempos que dan vueltas en círculo y parece que nunca terminan sino que vuelven a ser los mismos. Y después me encuentro sediento a la noche, y no me dio miedo esa bala cruzando mi cerebro y destruyéndolo, ni la eterna extensión de las calles obsesionadas con apartarme de mi casa, ni los ojos ciegos con que me mira la noche sin luna, ni los putrefactos dedos de un agua maligna tratando de envenenarme cayendo por mi garganta; sino los inocentes pasos de un bebé en Austria a principios de 1890, los dedos nerviosos del dueño de una mente que sueña con un nombre que nunca supo, y mi mente.
Sangrado por P.Anne&F a las 12:40 a. m.
domingo, 21 de octubre de 2007
primavera (Dentro y fuera)
Sangrado por P.Anne&F a las 11:26 a. m.
viernes, 12 de octubre de 2007
Una versión de la hostia
ATENCIÓN! Esta es una version poco conocida y EXCELENTE de Paranoid android, uno de los temas clave de Radiohead. La posteo porque es jodidamente buena, dan ganas de promoverla de alguna manera.
Sangrado por P.Anne&F a las 9:46 a. m.
sábado, 6 de octubre de 2007
Interrogantes
Porqué estoy con la sensación constante de estar perdiendo el tiempo en todo momento?
Veo a una persona moverse, tomar control de su vida, llenándose de mundo, de conocimientos, veo a una y a mil personas, mi novia, mi mejor amigo, un cantante, una amiga, gente que al menos de una sola cosa lo sabe todo, gente que en sus ratos libres le dedica todo el tiempo a éso, o quizás no.
Porque no puedo ser asi?
Porqué no puedo comprometerme en aprender o seguir algo a fondo?
Porqué pierdo el entusiasmo tan facilmente?
Me da asco esta faceta mía, y me encantaría ser fanático, fascista, monótono.
Pero no lo soy, mi mente está tan abierta que todo pasa de largo.
Por suerte, mi corazón no es así.
Con mi corazón estoy contento.
Estamos.
Que tengo adentro?
Que hay allí adentro, pululando, apestando el ambiente con perfume hediodo, girando sobre su cabeza, comiéndose la lengua?
En donde está mi bicho entretenido, carcomiendo mis horas y digiriéndolas vorazmente?
Sangrado por P.Anne&F a las 1:05 a. m.
martes, 2 de octubre de 2007
Nuestra vida
Sangrado por P.Anne&F a las 12:39 a. m.