martes, 30 de octubre de 2007

Estar mal es lo más fácil



Encontré esto en el blog de Alfredo Casero, y la verdad que resume bastante mi forma de pensar en la materia, se lo dejo a quien quiera oír y que lea:

A menos que seamos uno de ellos, todos hemos padecido al menos un ejemplar: el quejoso consuetudinario, plomazo a más no poder, ni su familia lo banca y por eso recurre a Usted –en la cola del banco, la parada del colectivo, una sala de espera- y encuentra la excusa para lanzar su retahíla de lamentos, una catarata de plañideros reclamos de toda índole. Incluso es común ver a varios de ellos reunidos en una encarnizada competencia por demostrar quién es el más desdichado; el que sufre los achaques más molestos, o el trabajo más ingrato. La razón de tales sufrimientos JAMAS tiene algo que ver con ellos. Es el Destino, la herencia, un mal de ojo, el Presidente: eso, sí. Es sorprendente que disfruten tanto ese breve protagonismo tan lúgubre, en el papel de víctima de todo y de todos –tan cómodo por cierto- que los exime de cualquier esfuerzo por ir en busca de lo Bello que –aún- hay en el Mundo, del momento presente, escudándose de la Felicidad Posible, a toda costa, haciendo uso de todo lo que limite, inmovilice, adormezca, mate de a poco. Si tienen éxito, sus limitaciones se harán realidad y otros se harán cargo de sus vidas por completo. La otra opción, la más difícil, supone riesgo, supone esfuerzo; mirar al miedo de frente y pegarle un ladrido fuerte, y si hace falta, un mordisco. Y pasar del otro lado, donde la Vida debe ser vivida en todas sus facetas, como protagonista, con peripecias, aventuras y hasta efectos especiales. Y no sólo ESPERAR de la vida, sino DAR. Proveerse y Dar. Lo bueno también está ahí, hay que pagar el precio, pero también es un Regalo que hay que agradecer cada día. Por la Dra. Carmen Carpenter, titular de la cátedra de Psicobardos de la Universidad de Candonga. Autora de libros de autoayuda, de escasa repercusión, como "Disfrute de la vida, no sea salame" y "Cómo dejar de fumar adquiriendo otros vicios más pulenta".

Miedo

Ayer fue un día extraño. A escasos metros de distancia, contemplé tranquilamente cómo dos jóvenes que no superan la edad de 17 años robaban a mano armada una motocicleta a un hombre grandote, pero obnubilado por el tamaño comprometedor del cañón de semejante pistola. Sin superar la hora, me contacta alguien a quien pensaba contactar ese mismo día a la mañana acobardado por la casi nula periodicidad con que la contacto. Desde letras de tinta negra -igualmente valiosas a aquéllas de oro que unos ilusionados dedos dedicaron para su felizmente cercana pareja- una centenaria Úrsula, madre de los Buendía, me habla de tiempos que dan vueltas en círculo y parece que nunca terminan sino que vuelven a ser los mismos. Y después me encuentro sediento a la noche, y no me dio miedo esa bala cruzando mi cerebro y destruyéndolo, ni la eterna extensión de las calles obsesionadas con apartarme de mi casa, ni los ojos ciegos con que me mira la noche sin luna, ni los putrefactos dedos de un agua maligna tratando de envenenarme cayendo por mi garganta; sino los inocentes pasos de un bebé en Austria a principios de 1890, los dedos nerviosos del dueño de una mente que sueña con un nombre que nunca supo, y mi mente.

domingo, 21 de octubre de 2007

primavera (Dentro y fuera)

En mi ventana la primavera huele mas rica: si la abro, el olor de las flores entra y me perfuma gratis la habitación, y si miro a las plantas fijo por mas de dos segundos, miro de nuevo al monitor y tengo flores gratis de luz en mis ojos!!!

viernes, 12 de octubre de 2007

Una versión de la hostia

ATENCIÓN! Esta es una version poco conocida y EXCELENTE de Paranoid android, uno de los temas clave de Radiohead. La posteo porque es jodidamente buena, dan ganas de promoverla de alguna manera.


sábado, 6 de octubre de 2007

Interrogantes

Porqué estoy con la sensación constante de estar perdiendo el tiempo en todo momento?
Veo a una persona moverse, tomar control de su vida, llenándose de mundo, de conocimientos, veo a una y a mil personas, mi novia, mi mejor amigo, un cantante, una amiga, gente que al menos de una sola cosa lo sabe todo, gente que en sus ratos libres le dedica todo el tiempo a éso, o quizás no.
Porque no puedo ser asi?
Porqué no puedo comprometerme en aprender o seguir algo a fondo?
Porqué pierdo el entusiasmo tan facilmente?
Me da asco esta faceta mía, y me encantaría ser fanático, fascista, monótono.
Pero no lo soy, mi mente está tan abierta que todo pasa de largo.
Por suerte, mi corazón no es así.
Con mi corazón estoy contento.
Estamos.
Que tengo adentro?
Que hay allí adentro, pululando, apestando el ambiente con perfume hediodo, girando sobre su cabeza, comiéndose la lengua?
En donde está mi bicho entretenido, carcomiendo mis horas y digiriéndolas vorazmente?

martes, 2 de octubre de 2007

Nuestra vida

Una vez me enamoré. Era Noviembre, y llovía. Paseaba mi auto sin darme cuenta de que lo estaba lavando, pues solía entretenerme embarrándolo todo, y el calor del sol endurecía la tierra y mi auto era una bola de estiércol. Pero ese día no. Ese día dejé que la lluvia lavara mi auto. Entonces salí. Ví bien lo que antes los vidrios no me dejaban ver: habían por doquier muchísimas cosas, tales como almanaques, fotos, tréboles, aviones, risas, caramelos que pican, gusanos de tierra que si los molés y cocinás y se lo das a tu perro después estallan dentro de su panza y se convierten en un muñeco maldito, espacios en blanco, aparatitos electrónicos, guitarras que no se tocan y demás. En eso veo una mano de mujer. Sí, una mano de mujer. Sí, ya sé que las mujeres no existen, pero la ví. No lo podía creer, pero como ya para ese entonces era más de ver que de creer, daba más crédito a mis ojos que a mi mente. La mente a veces no sirve. Eso lo cuento más adelante. Bueno, la cosa es que esta manito salía de entre una montaña de escombros hechos de papel de foto. Se podían divisar algunas fotitos por ahí. Habían muchos viajes, mucha tela de avión, pero lo raro es que de tanto escombro no se divisara ni una piedrita, ni una señal de construcción, entonces me fijé, y ví que podía sacar esa mano faérica de la extraña estructura. La fui sacando poco a poco y la invité a que subiera a mi auto. El escombro salió fácil, ella tenía sus manos abiertas. Mas no quiso abrir los ojos pues le iban a doler (debajo de los escombros no hay luz). Respeté su hiperfotosensibilidad y atenué el ahumado de mis vidrios, pues tenía curiosidad (yo). Entonces los abrió. Abrió sus ojos. El auto seguía pero yo choqué. Caí en un agujero negro. Me deslicé por las cavernas de Tyler Durden. Volé por los cielos de Cadaquéz. Viajé hasta el centro de la tierra y volví. No pude más. Se los besé. La abrasé y ya nunca más pudimos soltarnos. No sé lo que nos pasa, pero es como si nuestros brazos ya no estuvieran ahí. No, sólo se siente la espalda del otro, y el corazón del otro al lado de donde debería haber estado nuestra mano. Es un desastre. Pero nos arreglamos eh? Sí! Caminamos bien, aprendimos a bañarnos y a comer sincronizadamente. Claro que á veces no coordinamos bien y por ejemplo, el otro día, yo sentía como que me picaba la mano, y sin querer le apreté el corazón. Por suerte eso fue nada más que una dosis extra de sangre, nada que no arreglen unas vueltas alrededor de nuestro eje y esos besos que le doy de noche. Ella no se da cuenta, pero la beso. Le beso. Y sin embargo le gusta. Estamos muy bien, y pensamos andar de nuevo en coche. Yo le digo que no hace falta pero ella siempre me dice que como vamos a estar lejos de la ciudad…