martes, 19 de agosto de 2008

The Squirting Dolls Ceremonia

En este momento de la historia y en este pedazo de tierra les presentaremos a The Squirting Dolls Ceremonia, una banda de pop uruguaya que intentó trepar a los primeros puestos a comienzos del año 1975, consiguiendo solamente llegar al puesto #75 en el top 100 en Budapest.
Todo comenzó en un curioso bar de Punta del Este, cuyo dueño italiano lo dignó en llamar "Sitar". Era un antro de perdición donde solían juntarse los drogadictos de siempre, bailarinas de un cabaret que estaba a dos cuadras y un borracho. Todavía la gente discute si el borracho era el italiano o no. Debido a la pequeñez del sitio, la gente siempre se quejaba de lo incómodo que era pasar la noche allí, por más drogado que se esté! Entonces (dice la leyenda) el italiano soñó que una banda tocaba al lado de su casa y no lo dejaba dormir. A la mañana siguiente, este hombre de gruesos hombros cruzó la vereda para averiguar quienes eran sus vecinos desde hace 5 años o mas. Justo en ese momento los integrantes de la banda entonces llamada Diagonal Norte estaban afinando sus instrumentos. Sólo hizo falta que toquen un tema para que el tanito pies planos los contratara de por vida a que toquen en su bar. Esta hermosa relación hizo que tiempo después deje el bar para convertirse en manager de la banda y llevarla a la ruina.


Entre sus integrantes estaban:
Omar Zabaletta: Canto y coros
Zahid Shuker: Batería, percusión, sitar, charanguito, acordeón, arpa judía, tabla y letrista.
Pancho "el pelo" Jeherían: Bajo y alfombra
Benito "Pimpollo" Camela: Guitarra rítmica

Sin querer, la banda se convirtió en la atracción local. Tocaban casi todos los dias menos los jueves pues el bajista estudiaba veterinaria. La gente del lugar comenzó a sentir curiosidad por la cantidad de personas que asistían a los conciertos llevadas por otra cantidad de personas que habian ido antes. Sus letras sarcasticas y la personalidad del "Hombre del triangulo" hacían las delicias de los lugareños. Junto con otras peripecias omntaban un show donde, en el climax de su canción mas conocida, "Especias muy bien", en el escenario montaban unas muñecas de madera que abrian las piernas automáticamente y emanaban de entre ellas chorros de sidra que los espectadores trataban de tomar con sus bocas abiertas. Tiempo después decidieron cambiarle el nombre al grupo en homenaje al espectáculo.
Ya para abril del '74 tenían su primer disco titulado "Et in Arcadia, ego". Una curiosidad del álbum fué que en ambos lados, y de inicio a fin, Omar hablaba o cantaba constantemente, recitando poesias o cantando los versos de las canciones, sin dejar lugar al silencio.
Hacia mediados de enero del '75, la terrible adicción de Zahid a la nuez moscada llevó al grupo a etapas muy experimentales, hasta el punto de grabar el disco que marcó la caída abrupta y muerte del grupo, "Om". El disco entero duraba 45" y constaba de la nota RE desafinada de una guitarra eléctrica continuamente, sin canto ni acompañamiento alguno, en los dos lados. Fué un éxito total de ventas, pues la gente compraba discos en montones para hacerlos arder en la famosa "Montaña del disco de mierda". "Lo que pasa es que Uruguay no está preparado para concebir el nacimiento de los niños índigo. Estamos en una etapa violenta que necesita la iluminación del minimalismo para desatarnos de las cuerdas que nos incitan a comer carne de vaca...", contaba Zahid, mientras era detenido por la policía de Punta por insanía y llevado al hospital Escenas Felices. Todo el pueblo miró con desprecio la inminente separación de los otros integrantes, que sin el alma mater del grupo, vivían peleándose por el liderazgo vacante.
Zahid desde el hospital escribió uno de los libros de cuentos más célebres de la historia, "Entrenas a Vico?", con el que consiguió miles de dólares. Con esa pequeña fortuna financió su salida del hospital y su propio suicidio, tirándose haciendo un clavado en el crater activo de un volcán hawaiano.
Los otros integrantes de la banda murieron intoxicados por una comida en mal estado que acabó con todos los integrantes de Punta del Este en ese entonces.

3 comentarios:

Cusifai dijo...

Esta es la historia de quien su talento le convirtió en un hito... Las envidias carcomieron su espíritu y escribió para quien él se impuso, como deseó siempre...

Lalo dijo...

jejeje, mora me gusta! muy buena y corta historia.
Aguante! que ganas de escuchar una banda asi

Anónimo dijo...

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