miércoles, 21 de octubre de 2009

Notepad

La ultima gota de lluvia cayó a mis espaldas, como una vieja lágrima que nunca quize llorar.

Escapó de mis ojos y, pesada como una cuerda grave de piano, tocó la acera. No me dejó verla, ni llorarla.

lunes, 12 de octubre de 2009

Lamento

Mi amor...