lunes, 9 de julio de 2007

Pesada

En esta pocilga de momento solo quiero calor y silencio. Las ratas yacen congeladas a un lado de la ruta y las pateo. Ya está. Silencio. Es bello...
Pequeña luz, que te escondes, a que juegas? Ya no cantes mis oraciones, no por hoy. Hoy se calló una luciérnaga y se cegó un grillo. Llegó la noche, la temperatura enamorada del sol se fuga al ver la primera flor cerrarse. Todo se colapsa, se encierra por detrás de esas cortinas negras y prende las luces en los sueños, donde el sol tiene alas mas fuertes y no cae para dormir. Piensas que alguien escuchará lo que dices? Muy tarde por hoy, vete dibujando el horizonte que en la línea atraparás un recuerdo de la mañana. Mas déjalo pasar, hay que aprender que el dolor es necesario para la devenida de un nuevo día. No tienes capullo pues en tu piel guardas un secreto. Bella, no puedo dejar de amarte...

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Se torna de nuevo una breve remisicencia cromática y la inquietud de lo inexistente se volatiliza antes de salir expedida.
Aligera la pena, se muere...
Jamás dejes de sentirlo.

Talita dijo...

"le escribí a talita pensando que eras vos...de todas maneras llegué a buen puerto"
Éso le pusiste a Mateo...
Snif.
Jaja

UBU dijo...

Bueno, gracias por haber pasado y por alimentar mi ego. Me gustó mucho lo tuyo. Seguiré pasando y te agrego como "Catedrático", lo cual significa que tenés un %50 de descuento en los congresos del licenciado, y con tu entrada te regalan un yo-yo solipsista.

Talita dijo...

Bello es no poder dejar de amar.